SpaceX se prepara para el octavo vuelo de prueba de Starship
Cecilia Castaneda | Publicado March 6, 2025
Boca Chica, Texas – SpaceX ha anunciado que el octavo vuelo de prueba de Starship está programado para despegar el jueves 6 de marzo.
La ventana de lanzamiento se abrirá a las 5:30 p.m. CT, y la transmisión en vivo del evento comenzará aproximadamente 30 minutos antes del despegue a través de la plataforma X (@SpaceX) y la aplicación X TV.
Tras la investigación sobre la pérdida de Starship en su séptima prueba, SpaceX ha implementado varias mejoras en el hardware y la operación del vehículo para aumentar la confiabilidad de la etapa superior.
Entre los principales objetivos de esta misión se incluyen el primer despliegue de carga útil de Starship, múltiples experimentos de reentrada para optimizar el regreso de la etapa superior y la recuperación del propulsor Super Heavy.
Mejoras y objetivos de la prueba
El vuelo seguirá una trayectoria suborbital similar a misiones anteriores, pero con nuevas pruebas cruciales para el desarrollo del sistema.
Se realizarán modificaciones en los flaps delanteros de Starship para reducir la exposición al calor durante la reentrada, así como mejoras en los sistemas de propulsión, aumentando en un 25% la capacidad de almacenamiento de propelente. Además, el sistema de aviónica ha sido completamente rediseñado, añadiendo redundancia y capacidades avanzadas para futuras misiones, como la transferencia de propelente y el retorno a la base de lanzamiento.
Durante la prueba, Starship desplegará cuatro simuladores de satélites Starlink, los cuales seguirán una trayectoria suborbital y se espera que se desintegren al reingresar a la atmósfera. También se intentará reiniciar un motor Raptor en el espacio, un paso clave para misiones de larga duración.
Experimentos de reentrada y recuperación
Para evaluar la resistencia del vehículo durante la reentrada, se han retirado secciones del sistema de protección térmica, exponiendo áreas estratégicas a condiciones extremas. Asimismo, se probarán nuevos materiales de protección térmica, incluyendo baldosas metálicas con refrigeración activa, y se analizarán diferentes diseños para mejorar la durabilidad del fuselaje.
Otro aspecto clave de la prueba será la evaluación de los sensores de radar instalados en la torre de lanzamiento, los cuales buscan mejorar la precisión del sistema de captura de Starship a su regreso.
Por su parte, el propulsor Super Heavy ha sido equipado con una computadora de vuelo más potente, mejoras en la distribución de energía y red, así como baterías inteligentes integradas.
Si las condiciones son óptimas, se intentará la recuperación del propulsor en la plataforma de aterrizaje mediante los “chopsticks” de la torre de lanzamiento. Sin embargo, si los sistemas de seguridad detectan anomalías, el propulsor realizará un amerizaje controlado en el Golfo de México.
Precauciones y posibles efectos en la zona
Dado que el regreso del propulsor implica la desaceleración desde velocidades supersónicas, se podrían generar estampidos sónicos en las áreas cercanas a la zona de aterrizaje. SpaceX asegura que el impacto para la comunidad será mínimo, limitado a un breve ruido similar a un trueno, cuya magnitud dependerá de factores como el clima y la distancia del observador.
SpaceX continúa apostando por un enfoque de prueba y aprendizaje rápido, implementando mejoras constantes en Starship para su desarrollo como un vehículo completamente reutilizable y preparado para misiones espaciales de gran alcance.
Boca Chica, Texas – SpaceX ha anunciado que el octavo vuelo de prueba de Starship está programado para despegar el jueves 6 de marzo.
La ventana de lanzamiento se abrirá a las 5:30 p.m. CT, y la transmisión en vivo del evento comenzará aproximadamente 30 minutos antes del despegue a través de la plataforma X (@SpaceX) y la aplicación X TV.
Tras la investigación sobre la pérdida de Starship en su séptima prueba, SpaceX ha implementado varias mejoras en el hardware y la operación del vehículo para aumentar la confiabilidad de la etapa superior.
Entre los principales objetivos de esta misión se incluyen el primer despliegue de carga útil de Starship, múltiples experimentos de reentrada para optimizar el regreso de la etapa superior y la recuperación del propulsor Super Heavy.
Mejoras y objetivos de la prueba
El vuelo seguirá una trayectoria suborbital similar a misiones anteriores, pero con nuevas pruebas cruciales para el desarrollo del sistema.
Se realizarán modificaciones en los flaps delanteros de Starship para reducir la exposición al calor durante la reentrada, así como mejoras en los sistemas de propulsión, aumentando en un 25% la capacidad de almacenamiento de propelente. Además, el sistema de aviónica ha sido completamente rediseñado, añadiendo redundancia y capacidades avanzadas para futuras misiones, como la transferencia de propelente y el retorno a la base de lanzamiento.
Durante la prueba, Starship desplegará cuatro simuladores de satélites Starlink, los cuales seguirán una trayectoria suborbital y se espera que se desintegren al reingresar a la atmósfera. También se intentará reiniciar un motor Raptor en el espacio, un paso clave para misiones de larga duración.
Experimentos de reentrada y recuperación
Para evaluar la resistencia del vehículo durante la reentrada, se han retirado secciones del sistema de protección térmica, exponiendo áreas estratégicas a condiciones extremas. Asimismo, se probarán nuevos materiales de protección térmica, incluyendo baldosas metálicas con refrigeración activa, y se analizarán diferentes diseños para mejorar la durabilidad del fuselaje.
Otro aspecto clave de la prueba será la evaluación de los sensores de radar instalados en la torre de lanzamiento, los cuales buscan mejorar la precisión del sistema de captura de Starship a su regreso.
Por su parte, el propulsor Super Heavy ha sido equipado con una computadora de vuelo más potente, mejoras en la distribución de energía y red, así como baterías inteligentes integradas.
Si las condiciones son óptimas, se intentará la recuperación del propulsor en la plataforma de aterrizaje mediante los “chopsticks” de la torre de lanzamiento. Sin embargo, si los sistemas de seguridad detectan anomalías, el propulsor realizará un amerizaje controlado en el Golfo de México.
Precauciones y posibles efectos en la zona
Dado que el regreso del propulsor implica la desaceleración desde velocidades supersónicas, se podrían generar estampidos sónicos en las áreas cercanas a la zona de aterrizaje. SpaceX asegura que el impacto para la comunidad será mínimo, limitado a un breve ruido similar a un trueno, cuya magnitud dependerá de factores como el clima y la distancia del observador.
SpaceX continúa apostando por un enfoque de prueba y aprendizaje rápido, implementando mejoras constantes en Starship para su desarrollo como un vehículo completamente reutilizable y preparado para misiones espaciales de gran alcance.
